Por: Javier Roberto Hidalgo Castañeda
Ing. Agrónomo
M.Sc en Desarrollo Rural
Semillas deaká, como primer banco de semillas legales para autocultivo de Cannabis en Colombia, introdujo el término “selección femenina” en el mercadeo de semillas sexuales. ¿Es esto una innovación, un paradigma o solo un artificio comercial? Estamos aquí para responder esta pregunta… pero antes tenemos que empezar por algunos fundamentos del fitomejoramiento.
Existen muchos sistemas de clasificación de plantas, los cuales nutren la taxonomía vegetal; explicaremos a continuación la categorización de las plantas basada en su diferenciación sexual.
- Plantas dioicas: en palabras simples son plantas que muestran un solo sexo por ejemplar, cada individuo tiene un sexo diferenciado y único.
- Plantas monoicas: son plantas que presentan flores de ambos sexos en un mismo individuo, pero en estructuras diferenciadas, es decir se pueden ver claramente y en lugares distintos: las flores macho y las flores hembra.
- Plantas hermafroditas o intersexuales: son plantas que, en la misma estructura floral, tienen órganos femeninos y masculinos.
Y es aquí donde viene el dolor de cabeza más frecuente de todo el gremio autocultivador. A no ser que se busque hacer semillas, ningún cultivador o cultivadora quiere en su jardín plantas macho o hermafroditas. Esta es la razón por la cual, en la información de los bancos de semilla, abunda el término “semilla feminizada”. La gran mayoría de personas a las cuales les gusta ejercer su soberanía para el autoconsumo de cannabis, prefieren una semilla que les brinde sí o sí, una planta hembra.
Sin embargo, para Semillas deaká, el desafío fue más grande. En nuestra primera colección buscamos ofrecer las landraces colombianas originales, conocidas por sus míticos nombres, gran tamaño y una virtud/defecto… su tendencia al hermafroditismo. El equipo de fitomejoramiento deaká decidió entonces innovar con la selección femenina, método que le permitiría ofrecer a las y los autocultivadores: las variedades autóctonas de la cultura marimbera colombiana, sin alteraciones en su material genético.
Todos los métodos de consecución de progenie femenina en Cannabis sativa implican una “selección femenina”. Ya sea por estrés químico, estrés hormonal o estrés abiotico controlado; el método común es seleccionar una hembra con características deseadas (cannabinoides, terpenos o fenotipo) para aplicarle el tratamiento preseleccionado, obteniendo después flores masculinas cuyo polen es homogamético (XX). Lo anterior significa que: a través del tratamiento se cambian los balances hormonales y se induce a la planta a producir un polen cuya información genética ha sido editada y toda semilla producida a partir de este polen, dará origen a una planta femenina.
Pero queríamos ir más allá, el equipo agrícola de Semillas deaká quería ofrecer las míticas #SantaMartaGold , #PuntoRojo y #MangoBiche de manera tal, que las personas que las adquirieran, tuviesen en sus manos una planta con el fenotipo deseado, cuyo sexo fuera femenino pero que no hubiera pasado por procesos químicos que borraran parte de su información genética. ¡Y así lo hicimos! Escogimos metodologías de reversión sexual basadas en el estrés abiótico controlado, para seleccionar plantas femeninas que darían bellas y vigorosas flores macho, las cuales a su vez nos brindarían el polen homogamético (XX).
Y aun así faltaba algo, porque nuestras metodologías respetuosas del pool genético de cada variedad aprovechan la virtud/defecto de las sativas colombianas, pero era necesario: asegurar que nuestros autocultivadores, no iban a tener en sus manos plantas macho o hermafroditas.
Recorriendo este camino y en alianza con una universidad colombiana, evaluamos a través de marcadores moleculares cada lote de producción, buscando saber qué lotes eran dioicos y posteriormente, cuales de estos lotes eran 100% femeninos. De esta manera se empacarían y solo se comercializarían aquellos lotes de producción, que cumplen con nuestro nuevo concepto: una selección femenina de principio a fin. En próximos días, publicaremos en nuestras redes sociales más información sobre este tema.
¿Y las semillas regulares?
Nuestra planta amada es por definición monoica y hermafrodita, ha sido la selección artificial hecha por la humanidad en diferentes momentos de la historia, la que ha escogido cultivares mayormente femeninos cuando se van a usar sus flores como producto comercial. Por tanto, aún se escucha el término “semillas regulares” cuando nos referimos a semillas que no han pasado por procesos de feminización ni de selección. ¿Qué hay de bueno y malo en ellas?
En comparación con una semilla feminizada por estrés químico u hormonal, una semilla “regular” tiene todo su vigor genético disponible, para desarrollar al máximo su potencial, mediado obviamente, por el ecosistema en donde se le cultive. Asimismo, un cultivo masivo de semillas “regulares” es la opción perfecta para seleccionar los mejores individuos de cada variedad e iniciar un programa de fitomejoramiento.
En el caso de la industria medicinal colombiana, es curioso ver cómo la mayoría de las variedades del Registro Nacional de Cultivares se inscribieron como semilla asexual (esqueje). Surgen entonces varios interrogantes ¿le hicieron Prueba de Evaluación Agronómica (PEA) a una sola planta? ¿si partieron de una planta proveniente de semilla feminizada… cómo garantizarán a futuro el vigor de sus variedades sin exponerse a la erosión genética? Otra ventaja de trabajar con semillas regulares es hacer fitomejoramiento de verdad; guardando para futuros, la posibilidad de mejorar sus variedades ampliando las posibilidades genéticas al trabajar con polen heterogametico (XY) propio de plantas macho no reversadas.
Concluiremos entonces, que para el ejercicio del autocultivo todas y todos preferimos semillas que originen plantas femeninas. Semillas deaká, pionero del mercado legal colombiano ofrece diferentes opciones siempre respaldado en conocimiento científico de su equipo y pruebas de laboratorio que certifican sus resultados. Las tan famosas regulares, llegan para el gusto de personas que más allá de la producción de flor, quieren también crear nuevos híbridos, siempre en busca de nuevas y mejores experiencias.
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Bogotá D.C., marzo de 2022
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